martes, 23 de junio de 2015

La NSA lleva años espiando a Chirac, Sarkozy y Hollande

La agencia de espionaje estadounidense lleva realizando escuchas a presidentes franceses desde 2006, según el diario «Liberation».
Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande

Según el matutino «Liberation», que cita filtraciones de WikiLeaks, la NSA (National Security Agency) habría espiado a tres presidentes franceses, Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande, durante varios años.

«Liberation» cita varios informes confidenciales, sin revelaciones espectaculares, pero confirmando, aparentemente, un espionaje «entre aliados» muy prolongado en el tiempo, durante el 2006 y 2015, cuando menos.

Sobre Chirac, las informaciones confidenciales publicadas por Liberation solo revelan la muy baja opinión de los servicios secretos sobre las más altas personalidades del Estado francés, del presidente y sus ministros de asuntos exteriores.

Sobre Sarkozy, por el contrario, la NSA parece apreciar sus calidades de hombre de Estado y negociador, calificándolo de este modo: «Quizá sea el único político europeo capaz de sacar a la zona euro de su crisis».

Sobre Hollande, el espionaje norteamericano parece interesarse, en particular, a los «conciliábulos» franceses sobre la crisis griega, durante los últimos cuarenta y ocho meses.

Fuentes próximas al presidente de la República citadas por Liberation afirman que «Hollande y Obama se pusieron de acuerdo en enterrar las malas prácticas del espionaje entre aliados privilegiados». Quizá se trate de un eufemismo.

Según las filtraciones publicadas por «Liberation», François Hollande comenzó a sostener un largo rosario de reuniones secretas, sobre Grecia, desde la primavera del 2012, cuando todavía era candidato a la jefatura del Estado. Elegido presidente, Hollande habría continuado negociando «en la sombra» y a espaldas de Angela Merkel, con frecuencia, para «buscar soluciones» a una crisis griega que no na dejado de agravarse desde entonces.

Fabrican un parche de insulina «inteligente» para tratar la diabetes

Del tamaño de una moneda, es capaz de detectar los niveles de azúcar en sangre y administrar la cantidad de insulina necesaria. De momento se ha probado en ratones.

¿Adiós a las dolorosas inyecciones de insulina? Ese es un posible escenario si se confirma la eficacia del primer parche de insulina inteligente que han desarrollado investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.). El parche puede detectar los incrementos en los niveles de azúcar en sangre y, si es necesario, administrar las dosis de insulina necesarias en el torrente sanguíneo.

Del tamaño de una moneda pero cuadrado, el parche tiene más de un centenar de agujas diminutas. Estas «microagujas», casi tan grandes como una pestaña, contiene microscópicos habitáculos que almacenan la insulina y las enzimas que detectan la glucosa y, cuando los niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos, liberan la cantidad de insulina necesaria.

El nuevo parche ya ha demostrado su eficacia en animales: tal y como se publica en la revista «PNAS», su uso redujo la glucosa en sangre en un modelo de ratón de diabetes tipo 1 durante de nueve horas. Y aunque se necesitarán más pruebas preclínicas y ensayos clínicos en humanos antes de que el parche se pueda administrar a los pacientes, el enfoque resulta prometedor.

  • Biocompatibles

«Hemos diseñado un parche para la diabetes que trabaja rápido, es fácil de usar, y está hecho de materiales no tóxicos y biocompatibles», subraya Zhen Gu, de la Universidad de Carolina del Norte. Y añade: «Todo el sistema se puede personalizar para tener en cuenta el peso de la persona diabética y la sensibilidad a la insulina, así que podríamos hacer al parche todavía más inteligente».

La diabetes afecta a más de 387 millones de personas en todo el mundo y se espera que ese número aumente a 592 millones para el año 2035. Los pacientes con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2 avanzada tratan de mantener sus niveles de azúcar en la sangre mediante el control de su glucosa en sangre y el uso de inyecciones de insulina, un proceso que es doloroso e impreciso. Y, como apunta John Buse, «la administración de la cantidad incorrecta de la medicación puede llevar a complicaciones como la ceguera y amputaciones de las extremidades, o incluso consecuencias más desastrosas como comas el coma diabético o la muerte».

Una de las opciones para evitar los posibles errores humano son los «sistemas de circuito cerrado» que se conectan directamente a los dispositivos que hacen un seguimiento de azúcar en la sangre y administran la insulina. Sin embargo, las bombas de insulina necesitan sensores y bombas mecánicas, con catéteres con punta de aguja que tienen que ser ubicados debajo de la piel y se sustituyen cada pocos días.


  • Células beta

En lugar de inventar otro sistema completamente artificial, los investigadores decidieron emular a los generadores de insulina natural del cuerpo, es decir, a las células beta. Estas células fabrican y almacenan la insulina en pequeños sacos llamados vesículas, y también actúan como sensores de glucosa. «Hemos construido vesículas artificiales para realizar estas mismas funciones mediante el uso de dos materiales que podrían biocompatibles», explica el primer autor Jiching Yu. Los materiales son el ácido hialurónico o HA y 2-nitroimidazol o NI. Los investigadores combinaron ambos para crear una nueva molécula.

«La parte más difícil en el manejo de la diabetes no son las inyecciones de insulina, los controles de azúcar en la sangre, o la dieta, pero el hecho de que haya que hacerlo varias veces al día todos los días afecta la calidad de vida», señala Buse. «Si podemos hacer que estos parches sean eficaces en personas, habremos dado un gran paso». Su objetivo final es el desarrollo de un parche de insulina inteligente que los pacientes sólo tendrían que cambiar cada pocos días.